El padre Gabriele Amorth es uno de los exorcistas más famosos de todos los tiempos, y le conocemos en 'El exorcista del Papa', la nueva película de Russell Crowe.
Su historia fue de película (de terror), así que solo era cuestión de tiempo hasta que le viésemos en la gran pantalla: el padre Gabriele Amorth se encuentra en el centro de 'El exorcista del Papa', la película protagonizada por Russell Crowe que puede verse en los cines españoles a partir del 5 de abril. Aunque lo que nos cuenta es principalmente ficción, su protagonista es una fiel representación de un sacerdote real que realizó más de cien mil exorcismos a lo largo de su vida como exorcista jefe del Vaticano.
En una entrevista con FOTOGRAMAS, Crowe habló con pasión de su acercamiento a este personaje real: "Mi foco principal durante mi preparación para esta película fue sumergirme en la personalidad de este hombre, el padre Gabriele Amorth, y descubrir todos los matices que existieron en su vida real y las experiencias que vivió, e intentar incorporar estos detalles en la película". El actor, ganador del Oscar por 'Gladiator', destaca "un poco de sentido del humor inesperado, un poco de irreverencia" en la personalidad de este exorcista, uno de los más célebres de la historia.
"Él es sincero hasta la médula, y, cuando formas parte de una organización como a la que él pertenece, a veces decir la verdad no es lo que la gente quiere que hagas... así que tiende a ser un poco rebelde en ese sentido", nos explica Crowe

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Durante más de tres décadas, el padre Gabriele Amorth se encargó de encontrar soluciones para las numerosas posesiones demoníacas que llegaron a manos de la Iglesia en la segunda mitad del siglo XX. "Si ves lo que hizo en su trabajo como exorcista jefe del Vaticano, estuvo 36 años en esa posición, y en todo ese tiempo practicó decenas de miles de exorcismos. Su vida diaria era lidiar con los afectados y sus familias, y había gente que realmente estaba pasando por etapas muy oscuras, y él fue quien intentó ofrecerles algo de consuelo, traerles hacia la luz", cuenta Crowe.
En la película se retrata a este sacerdote como alguien capaz de discernir entre una posesión real y una falsa provocada por un brote psicótico o simplemente por la búsqueda de atención. "En mi investigación sobre el padre Amorth, lo más importante para mí fueron dos cosas: hay mucha pureza en la fe de Gabriele, que es incuestionable, pero conectado con eso está su sentido del humor, que es también incuestionable. Quería que esos dos aspectos estuviesen en la película, y tuve suerte de que el director, el guionista y los productores estuvieron de acuerdo conmigo", explica el actor.
En efecto, el padre Gabriele Amorth fue una figura importante en el Vaticano y escribió numerosos libros sobre su trabajo, creencias y experiencia. Hasta se pasó por el programa Cuarto Milenio, como recordaba Iker Jiménez en Twitter:
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Como podemos imaginar, Hollywood ha perseguido esta historia durante mucho tiempo, pero padre Amorth, que falleció en septiembre de 2016, nunca quiso permitir que se contase su historia. Eso cambió gracias al productor Patrick Kaczmarek, que convenció a Amorth para adaptar su principal libro de memorias en una película. ¿Cómo lo consiguió? Gracias a su propia fe católica. Como recuerda en las notas de producción de la película: "Creo que pude tener éxito donde otros productores fracasaron en el sentido de que pude convencer al padre Amorth de mi sincera devoción religiosa. En nuestros intercambios, pude convencerlo de que, si se arriesgaba a trabajar conmigo, trataría de asegurarme de que el catolicismo se preservaría en la película y que él sería respetado como persona junto con la Iglesia y su orden religiosa".
El resultado ya está en las salas de cine, y, aunque el protagonista real ya no esté para verlo, Russell Crowe se ha asegurado de honrar su memoria.
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